jueves, 23 de enero de 2014

Ven mujer y ata tu corazón al mio

Ven mujer y dame la mano,
no veas en mi la cadera ancha estropeada por los partos
no mires las manos resecas y toscas
no mires mi pelo despeinado y sin brillo.
Ven mujer y dame la mano,
guarda la otra para tu hermana,
no contemples su vestido antiguo,
no contemples sus tobillos hinchados
no observes con desgana, su edad.
Ven hermana, átame a tu corazón que yo te daré el mío,
Pon tu mirada limpia sobre mis ojos,
 deja sin palabras que yo entre en tu historia,
y mis ojeras cansadas te dejarán entrar en la mía.
Ven mujer, déjame contarte sin palabras,
 que tu sufrimiento es el mío, el de todas.
Hermana pon tu pie en mi circulo,
hagamos un mándala de historias nuevas,
ramifiquemos nuestra existencia.
Cantemos todas juntas bajo el sol.
Ven hermana porque te espero en el paraíso de la unión.
Hagamos un nuevo universo,
como un bonito paño de crochet,
donde cada nudo es una mujer ,
donde tu historia se enlace con la mía,
creando un nuevo mundo donde crecer.
Ven hermana acerca tu corazón al mío,
pon tu pie en nuestro circulo,
siéntete orgullosa de ser .
Hermana ata tu corazón al mío.

martes, 21 de enero de 2014

La lluvia ignora a la razón






Hoy es día de lágrimas y lluvia.
La lluvia golpea con su "toc-toc" las puertas de la razón,
pero no hay razón a la que pueda vencer la lluvia,
ni el agua, ni las olas.
Huele el aire a galerna y a pesadumbre,
huele a ocultismo y a disimulo,
huele la noche a alarma callada,
a campanas de muerte, reiteradas, cadenciosas.
La lluvia cae sentenciosa,
muestra su retórica interminable.
La lluvia que oculta tras su velo húmedo golpes de impotencia a la razón
La razón huye de la lluvia, lluvia ingobernable, informe.
La lluvia se arremolina jugando con el viento,
ignora al consejo de la conciencia.
Cae la lluvia, se derrama sobre el suelo blando , resbaladizo.
Llora la razón tras los cristales, busca un rincón donde esconderse.
Huele el aire a lágrimas y a lluvia.
Huele la noche a galerna, a desamparo.
Ignora la lluvia a la razón.

jueves, 16 de enero de 2014

Versos a un poeta muerto ( A Juan Gelman)



Siempre se espera a la muerte del poeta para vender sus versos
se espera a la despedida, y al vacío
al ya no ente, al ya no existente.
Siempre se espera a la muerte del poeta
para exprimir sus versos, sus letras.
Se espera al no estar del que esgrimió la pluma,
del que rayó el papel.
Da miedo el corazón de un poeta vivo, 
gusta asomarse a sus escritos ya sin sombra, 
sin concepto, sin explicación, sin sentido.
Gusta de vender el alma de poeta adormecido, 
porque el alma perdura en su palabra,
cincelada a golpe de recuerdo, de sentimiento.
Gusta de repartir sus escritos, 
una vez ya el verso en frío, 
no esté coronado por la mente inquieta y sentida del poeta vivo.

viernes, 10 de enero de 2014

Hoy ya no estás aquí
















Hoy no pía el gorrión conciencia
suena la noche a lento tic-tac y a silencio empecinado
Pienso en las cosas que se arremolinan en el pasado,
se atan a la pata de la mesa. de la cama, 
me deshago de un plumazo y saboreo el día por venir.
Hoy no pía el gorrión conciencia,
no dará las buenas noches la música de la Bahía,
no oiré crecer los nísperos tras la ventana,
toca sólo el son a despedida, a distancia.
Ha conseguido salir volando el pisapapeles, 
se ha liberado la agenda del día, de la semana.
Sólo suena la noche a despedida y a distancia,
sólo suena a silencio, a bruma, a gris.
Hoy no pía el gorrión conciencia,
no suena la música de la Bahía
porque ya no estás aquí para mover las estrellas.