jueves, 28 de noviembre de 2013

Hoy subí a una nube rosa

Subimos en la nube rosa repleta de versos
versos negros, abiertos a golpe de corazón dolorido
versos descarnados, ensangrentados, desesperados
versos dulces, versos esperanzados.
Nubes rosas amenazan el cielo azul
cubren el horizonte de letras de mujer.
Mujeres que entienden del desapego, del desamparo,
del dolor, de la incomprensión, del vacío.
Una nube rosa cruza los ojos febriles y sonrientes:
 mañana estaré mejor, estaré mejor para escribir
para escribir más versos. 
El sueño de una tormenta de nubes gordas y completas, 
 rellenas, apetecibles, repletas de versos rosas.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Yo: el protagonista de mi historia

Yo soy el protagonismo de mi historia. ¿ La viviste? Qué bien escribes, que bien lo cuentas ¿lo viviste?. No, no lo viví, o si, quizás lo escuché, quizás vi a alguien llorar o reír. También imaginé que hubiese sido así ¿Lo viví? Quizás lo soñé. El protagonista de la historia, yo. El que maneja el lápiz, el que hace tres puntos infinitos en la universo de un papel blanco. Soy el maestro del engaño, hago magia, te dibujo en una historia, hago que te introduzcas en mi espejo mágico por una puerta invisible, pero en verdad soy yo, el protagonista soy yo ¿o tú? ¿has vivido, pensado, soñado, recordado, eso? No, yo no lo viví; pero lo soñé, lo escuché, lo leí, lo vi, lo sentí ¿Lo viví?Lo encontré, lo guardé, lo escondí en un rincón de un universo en blanco ¿Cómo lo cuento?¿Quién? ¿Yo? El protagonista. No, no. Yo soy el escritor. Lo cuenta el narrador. Yo sólo le enseño lo que sé, lo que viví, lo que escuché, lo que soñé, lo que leí, lo que inventé, lo que creé ¡Lo viviste! No,no...¿no?. No, sólo lo recreé. El protagonista de mi historia, yo ¿Por qué? Porque yo soy el que manejo la punta sobre el papel blanco donde plasmo, lo que creé, lo que inventé, lo que leí, lo que soñé, lo que escuché,  lo que viví, lo que sé, lo que viví. 

Es un títere, un arlequín.

Le conocí. No sabía decir no, apenas pronunciaba un si. Una personilla frágil en el escalón. le tiran de un brazo, le tiran del otro y al final se queda en una forma grotesca mirando al suelo, en una verticalidad imposible. Ahora le mueven una mano, le tiran del cuello. Una sonrisa dibujada en su cara de cartón, dice "hola". Anda hacía un lado a saltitos. Su camino es corto, anda hacía el otro lado, su camino siempre es el mismo. Coartado por la tela pesadísima de un teatro inacabable. Lo sientan sobre una roca de cartón piedra, detrás le enmarca un paisaje ficticio de donde no se podrá levantar jamás. Cree que controla su vida,  pero le doblan el testuz dentro de una caja de cartón todos los días antes de ir a dormir.
Al despertar ni una sola idea nueva, sin metas, sin errores. Su único sueño ser fiel, su único fin ser aceptado. Su miedo, morir sin compañía. Le conocí, es un guiñol, un pierrot, una colombina. No sabe decir no, y apenas se le oye un si. Su camino es corto como el de la mano que le controla. Sonríe bobalicón con la boca pintada en roja; la lluvia no le moja, el viento no le despeina. Es un títere, duerme en una caja y sólo espera que le aplaudan al final de la función.
Sueña sin estrellas ni luna, es un títere. Nunca dijo no, apenas un si. Conoce todas las frases hechas, no tiene pensamiento propio, sus palabras todas están escritas. Es un títere. Sólo quiere un aplauso, sin emoción, al final de la función. Es un títere.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Reflexión: acerca de la vida

He encontrado el camino de losas amarillas, allí en donde se pone el sol y nace la luna. Miro a un lado y a otro, parece que hace levante. Puertas y ventanas que portean, ventean, zóan a mi vera. Adelanto un paso, le sigue otro aún tímido y pequeño ¡Qué diminuta soy en este universo!Me inunda la luz multicolor, al pié un abismo no siempre negro, ni oscuro, sólo, a ratos, distinto, inexplorado. me dejo caer en lo desconocido, entonces estás tú, tú a mi lado, me das la mano. Hay una pequeña puerta, dentro de ella me espera el sol y otro camino de losas, a veces, son amarillas.

Reflexiones: sobre la muerte

Huyo de ti muerte, desde la mitad de mi diagonal. Allí al fondo estás tú, como un talud, como un abismo al que no quiero llegar, aún no. Huyo de ti y grito ¡Vida!, sol, alegría, sueño, existencia. Huyo de ti, te asomas, curioseas en mi espacio. Invades mi entorno ¿quién te ha dado permiso? Acaso ¿Lo necesitas? Has dejado tu huella imborrable aquí y allá, me enseñas tu cara, me sorprendes, me asustas. Te empeñas en recordarme que al final siempre estás ahí. Pero ¿siempre al final?. No siempre estás al final, sino al principio, en la mitad de la mitad de la existencia misma.