OH,
DIME, NOCHE AMIGA, AMADA VIEJA
(Antonio
Machado)
¡Oh,
dime, noche amiga, amada vieja,
que me
traes el retablo de mis sueños
siempre
desierto y desolado, y solo
con mi
fantasma dentro,
mi
pobre sombra triste
sobre
la estepa y bajo el sol de fuego,
o
soñando amarguras
en las
voces de todos los misterios,
dime,
si sabes, vieja amada, dime
si son
mías las lágrimas que vierto.
Me
respondió la noche:
—Jamás
me revelaste tu secreto.
Yo
nunca supe, amado,
sí eras
tú ese fantasma de tu sueño,
ni
averigüé si era su voz la tuya
o era
la voz de un histrión grotesco.
Dije a
la noche: —Amada mentirosa,
tú
sabes mi secreto;
tú has
visto la honda gruta
donde
fabrica su cristal mi sueño,
y sabes
que mis lágrimas son. mías,
y sabes
mi dolor, mi dolor viejo.
—¡Oh!
Yo no sé—dijo la noche—, amado,
yo no
sé tu secreto,
aunque
he visto vagar ese que dices
desolado
fantasma por tu sueño.
Yo me
asomo a las almas cuando lloran
y
escucho su hondo rezo,
humilde
y solitario,
ese que
llamas el salmo verdadero;
pero en
las hondas bóvedas del alma
no sé
si el llanto es una voz o un eco.
Para
escuchar tu queja de tus labios
yo te
busqué en tu sueño,
y allí
te vi vagando en un borroso
laberinto
de espejos.
CAMINANTE
AUNQUE NO HAYA CAMINO; CAMINA
Caminante
aunque no haya camino, camina
No te
ciñas al camino del tiempo
No
temas ser gota viuda que se escurra del caño a la losa de la fuente fría y seca
en verano
Estallándose
en mil pedazos de color del diamante bajo los rayos del sol
Disfruta
de los colores cárdenos de cada atardecer
Contempla
la muerte del sol diario
mírate
en el espejo del amanecer
Caminante
aunque no haya camino, camina
No
escuches el tic-tac cansado del reloj insistente sobre el pedestal de mármol
No
repares más de un minuto a contemplarte absurdo, vacilante, estúpido ante el
espejo
No te
pierdas en laberintos sin nombre, sin estrategia, sin salida
Caminante
aunque no haya camino, camina
Así
como el viejo olmo hunde la raíz en la tierra y abre surcos para respirar
Así
hunde tu huella en tu propia historia
Echa
raíces de conocimiento
Expande
tus ramas al cielo
El amor
te está esperando en cada esquina
Deja
que el hongo venenoso muera
Caminante
aunque no haya camino, el camino se abrirá
Caminante
mientras caminas el camino se hará
Al
andar no habrá camino y al volver la vista atrás
Verás
un ramo de huellas que te llevarán al final
Caminante,
aunque no haya camino, camina
Camina
y harás camino, la senda por donde andar.
Parafraseando a Antonio Machado- Mª Yolanda Gª Ares