Estaba planteándome la idea
de hablar- escribir- si algún tema me tocaba lo suficiente la moral como para
así dejarlo entrever. Cosas de la vida, me siento a ver las noticias y mira tú
por dónde que me entero, por esas casualidades de la vida, que nuestra amiga
alemana Angela Merkel ha salido reelegida en su país. Pero ¿cómo? Os
preguntareis muchos de ustedes. Pues muy fácilmente, Angela tiene contentísimo
a su pueblo. Alemania tiene un tejido industrial que es capaz de soportar esta
crisis y tres que vengan detrás ¿y saben por qué? Porque la deuda Alemana fue
perdonada por el resto de Europa. Alemania tiene un tejido industrial fuerte
gracias al perdón de esa deuda. Y gracias a la miseria que había en España y en
Italia después de la segunda guerra mundial, la mano de obra barata, edificó de
nuevo Alemania. Quizás no es buena idea sacar los trapos sucios a los vecinos
cuando éstos se creen con la única premisa paternalista de adoctrinarnos en
economía y de cerrarnos el gaznate hasta no poder ni respirar. Pero yo le
aconsejo a nuestro amigo Rajoy, que la próxima vez que se siente a ver un
partido de futbol con nuestra querida y admirada – muy entrecomillado todo- canciller,
antes de comerse las patatas fritas y las hamburguesas, que le recuerde a la
señora qué manos edificaron parte de Alemania. Y que la dignidad de un pueblo
empieza por la dignidad con que se sientan a negociar sus dirigentes.