domingo, 7 de septiembre de 2014

La Colmena

                                                           




Enredaderas trepadoras se abalanzan sobre las mieles oscuras de abejas dóciles
Hay poco aire respirable, el ciego no quiere ver más allá de su nariz
Una suerte de amigas oportunas
Un ramillete de familiares no existentes
Una patulea de niños comilones
Un mundo acomodado a su innecesaria necesidad
Surgen como hongos venenosos la mentira y el engaño
No los toques, no los respires
No mueras solo por ser persona
No desaparezcas
No huyas
No, no
No temas
No desesperes
No mueras solo por ser humano
No escondas tus manos, respira
Surgen en todos lados, es la necesidad de ser bizarros
Un mundo perdido en su inmensidad inhumana
Una patulea de niños manazas
Un ramillete de familiares lejanos, alejados
Una suerte de amigas desaparecidas
Hay poco aire para todos, el sordo no quiere oír más allá de su oídos
Habitación cerrada y oscura que me encierra en una colmena de abejas no siempre dóciles