He encontrado el camino de losas amarillas, allí en donde se pone el sol y nace la luna. Miro a un lado y a otro, parece que hace levante. Puertas y ventanas que portean, ventean, zóan a mi vera. Adelanto un paso, le sigue otro aún tímido y pequeño ¡Qué diminuta soy en este universo!Me inunda la luz multicolor, al pié un abismo no siempre negro, ni oscuro, sólo, a ratos, distinto, inexplorado. me dejo caer en lo desconocido, entonces estás tú, tú a mi lado, me das la mano. Hay una pequeña puerta, dentro de ella me espera el sol y otro camino de losas, a veces, son amarillas.
La lista de mis libros leídos me hace recordar, que la cultura y el manejo de la palabra solo se ven si escribes. Durante un largo periodo de mi vida, mientras mis amigas compraban chucherías, fruslerías y plata y oro, yo compraba libros que leía mendigándole horas al día y a la noche. Ahora se para qué serviría en un futuro el tesoro que yo guardaba tan celosamente. Mis libros,mis letras, mi tesoro.
viernes, 8 de noviembre de 2013
Reflexiones: sobre la muerte
Huyo de ti muerte, desde la mitad de mi diagonal. Allí al fondo estás tú, como un talud, como un abismo al que no quiero llegar, aún no. Huyo de ti y grito ¡Vida!, sol, alegría, sueño, existencia. Huyo de ti, te asomas, curioseas en mi espacio. Invades mi entorno ¿quién te ha dado permiso? Acaso ¿Lo necesitas? Has dejado tu huella imborrable aquí y allá, me enseñas tu cara, me sorprendes, me asustas. Te empeñas en recordarme que al final siempre estás ahí. Pero ¿siempre al final?. No siempre estás al final, sino al principio, en la mitad de la mitad de la existencia misma.
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